jueves, 12 de agosto de 2010

Mi Guitarra y vos

Que viva la ciencia, que viva la poesía, que viva siento mi lengua cuando tu lengua está sobre la lengua mía.
El agua está en el barro, aunque el barro en el ladrillo y el ladrillo está en la pared y en la pared tu fotografía. Es cierto que no hay arte sin emoción, y que no hay precisión sin artesanía, como tampoco hay guitarra sin tecnología, o tecnología de nylon para las primas, tecnología del metal para el clavijero, la prensa, la gubia y el barniz, las herramientas del carpintero.
El cantautor y su computadora, el pastor y su afeitadora, el despertador que ya esta anunciando la aurora y en el telescopio se demora la última estrella. La máquina la hace el hombre y es lo que el hombre hace con ella.
El arado, la rueda, el molino, la mesa en que apoyo el vaso de vino, las curvas de las montaña rusa, la semicorchea y hasta la semifusa, el te, los ordenadores y los espejos, las lentes para ver de cerca y de lejos, la cucha del perro, la mantequilla la hierba, el mate y la bombillas. Estás conmigo, estamos cantando a la sombra de nuestra parra, una canción que dice que uno sólo conserva lo que no amarra, y sin tenerte te tengo a vos y tengo a mi guitarra.
Hay tantas cosas, yo solo preciso dos: mi guitarra y vos, mi guitarra y vos. Hay tantas cosas, yo solo preciso dos: mi guitarra y vos, mi guitarra y vos
Hay cines, hay trenes, hay cacerolas, hay fórmulas hasta para describir la espiral de una caracola, hay más, hay tráfico, créditos, cláusulas, salas V.I.P, hay cápsulas hipnóticas, y tomografías computarizadas, hay condiciones para la constitución de una sociedad limitada, hay biberones, hay buses, hay tabúes, hay besos hay hambre, hay sobrepeso, hay curas de sueño y tisanas, hay drogas de diseño y perros adictos a las drogas en las aduanas, hay manos capaces de fabricar herramientas con las que se hacen máquinas para hacer ordenadores, que a su vez diseñan máquinas que hacen herramientas para que las use la mano.
Hay escritas infinitas palabras, zen gol, bang, rap, dios, fin

Hay tantas cosas, yo solo preciso dos: mi guitarra y vos

No hay comentarios:

Publicar un comentario